Cada uno de estos nodos de riesgo, tiene una importancia específica dentro de la calidad de la vacunación. La suma total de todos ellos da como resultado un índice objetivo sobre la calidad de la vacunación en la explotación, siendo 0 el valor inferior y 100 el valor máximo. A su vez, cada uno de los nodos de riesgo puede ser evaluado individualmente, favoreciendo la toma de decisiones sobre las acciones a tomar para mejorar la calidad de la vacunación.
En este artículo, queremos presentar los resultados obtenidos a partir de la evaluación con el protocolo Vaccinomics de 61 granjas españolas de diferentes regiones.
El polígono de distribución del riesgo permite observar de forma gráfica los aspectos que representan un mayor riesgo para el proceso de vacunación en una determinada explotación y permite identificar los puntos de mejora. El riesgo de un nodo es mayor cuanto más se aleja del centro.
En la figura 1 vemos el resultado promedio de las explotaciones evaluadas. En conjunto, los nodos con mayor margen de mejora son:
Figura 1. Riesgo de los nodos sobre la vacunación en las 61 explotaciones evaluadas.
Un aspecto básico de la vacunación es que no se deben vacunar animales enfermos, por lo que deberían ser diferenciados del resto. Sin embargo, no es habitual realizar un triaje de los animales previo a la vacunación, por lo que se debería considerar el flujo de vacunación de los animales, iniciando la vacunación por los animales sanos, seguidos de aquellos sospechosos de estar enfermos y, por último, los lazaretos. El 45,9% de las explotaciones valoradas presentaban otras enfermedades como diarreas o meningitis, en el momento de la vacunación. Sobre todo, es importante evitar vacunar lechones virémicos a PRRS, por lo que, por éste y otros motivos, es importante determinar cuál es la situación frente a este patógeno en la explotación.
La conformación del equipo de vacunación es el primer paso para una buena vacunación de los animales. Con un equipo organizado se minimizan los errores por falta de organización o despistes. La vacunación puede ser un momento muy estresante para el animal, por lo que debe ser previamente programada para contar con el personal suficiente en función del censo. Independientemente de si los integrantes del equipo son siempre los mismos o no, todos deben tener claro en todo momento quién forma parte del equipo de vacunación, qué tareas va a realizar cada uno y para qué. En el 67,2% de las explotaciones el equipo de vacunación estaba formado por 2 o más personas, lo cual aumenta la probabilidad de realizar un mejor manejo durante la vacunación, además de repartir la carga de trabajo.
Figura 2. Distribución del riesgo de los aspectos relacionados con el material de vacunación en las 61 granjas valoradas.
Figura 3. Distribución del riesgo de los aspectos relacionados con el almacenamiento de la vacuna en las 61 granjas valoradas.
Figura 4. Distribución del riesgo de los aspectos relacionados con la preparación de la vacuna en las 61 granjas valoradas.
Figura 5. Distribución del riesgo de los aspectos relacionados con el manejo durante la vacunación en las 61 granjas valoradas.
Aspectos como el estado sanitario de los animales en el momento de la vacunación, comprobar la correcta dosificación de las jeringas, controlar la temperatura de la nevera, atemperar la vacuna adecuadamente, revacunar a los animales que han tenido reflujo y cambiar la aguja cada camada o 15 animales, son los aspectos más críticos a mejorar.