4 julio 2024
Comencemos por el principio, ¿Cómo se transmite la gripe en la especie porcina?
La mayor parte de las granjas de cerdos están infectadas por el virus de la gripe porcina. Esto es así porque, al igual que en la especie humana, se trata de un virus con capacidad para transmitirse por varias vías e infectar nuevos individuos con relativa facilidad.
Así pues, para analizar la prevención de la gripe porcina, es importante analizar cuáles son las vías de transmisión:
- La transmisión entre individuos se produce de forma habitual a través del contacto nariz con nariz.
- También puede producirse a través de objetos contaminados (por ejemplo, las botas de los operarios cuando entran en los corrales).
- A través de aerosoles que permiten que el virus se traslade distancias variables a través del aire.
Esta facilidad en la transmisión hace que el virus circule de forma habitual entre las cerdas y sus lechones, los animales de un mismo lote y entre lotes de animales en fase de crecimiento.
La transmisión entre granjas puede ocurrir a través del movimiento de personas, equipos, vehículos, vectores animales o a través del aire, ya que el virus puede trasladarse hasta 1-2 Km en condiciones meteorológicas favorables.
Sin embargo, la principal vía de entrada de nuevas variantes del virus en las granjas es probablemente a través de la reposición. Las cerdas de reposición que sirven la mayoría de las empresas de genética suelen tener un nivel sanitario muy alto, pero difícilmente se puede garantizar la negatividad al virus de la influenza porcina, entre otras cosas, porque los animales pueden contagiarse a partir de la especie humana.
Persistencia del virus en granjas
Por los motivos comentados anteriormente, el virus de la gripe porcina es prácticamente imposible de erradicar de las granjas, a no ser que se plantee un vaciado y llenado con animales negativos, algo que resulta inviable.
La persistencia del virus en las granjas puede generar 2 tipos de presentaciones clínicas en los animales que deben tenerse en cuenta a la hora de tomar medidas de prevención frente a la gripe porcina:
- Forma clásica (epidémica): Se trata de una situación donde la mayoría de los animales se infectan de forma periódica, habitualmente con mayor frecuencia en los periodos más fríos del año (otoño-invierno), con posibilidad de afectar a varias edades al mismo tiempo (desde las cerdas hasta los lechones en transición y cebo). En esta situación, la mayoría de los animales se infectan al mismo tiempo, el virus circula rápidamente por todas las fases de la granja y se establece un cierto nivel de inmunidad de rebaño más o menos alto que protege a los animales hasta que se produce otro brote epidémico.
- Forma persistente (endémica): Esta es la presentación más habitual hoy en día. El aumento del tamaño de las granjas sumado al aumento del porcentaje de reposición y número de lechones destetados probablemente ha influido en este aspecto. La situación en este caso sería equiparable a lo que sucede con PRRSv, donde la presencia constante de animales negativos susceptibles a infectarse dentro de una población positiva, sumado a la coincidencia de distintos lotes de lechones de distinta edad en lactación y fase de crecimiento, favorece que el virus de la Influenza porcina se mantenga de forma endémica dentro de la población.
¿Cómo prevenir los efectos del virus de la Influenza porcina en las granjas?
Las medidas de prevención de la gripe porcina deben ir encaminadas a controlar los aspectos anteriores:
- Extremar las medidas de bioseguridad externa, evitando el contacto sobre todo con animales de la especie aviar. En el caso de la especie humana, es importante que el personal de granja esté correctamente vacunado.
- Establecer un adecuado plan vacunal frente a los subtipos de gripe porcina que circulan en la granja tanto en las cerdas como en las cerditas de reposición antes de entrar en producción. En según qué circunstancias puede ser recomendable vacunar a los lechones para controlar la clínica en fases de crecimiento avanzadas.
- Extremar las medidas de bioseguridad interna para prevenir la transmisión del virus de la gripe porcina entre distintos animales de un mismo lote, entre distintos lotes y entre las distintas fases productivas.