Comprender la gripe porcina

21 junio 2024

El virus de la gripe o Influenza genera enfermedad habitualmente respiratoria en múltiples especies a nivel mundial.

En este artículo resumiremos algunos puntos importantes para comprender mejor la gripe porcina.

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Gripe en la especie humana y porcina

Los virus Influenza se dividen en los tipos A, B, C y también hay evidencia de un grupo D. El cerdo únicamente se infecta por el virus de la gripe tipo A, mientras que la especie humana puede verse afectada por tipos A y B.

Dentro del tipo A, los virus se clasifican en subtipos en función de la Hemaglutinina (HA) y la Neuraminidasa (NA) que presentan.

  • En la especie humana circulan los subtipos H1N1 y H3N2
  • En los cerdos circulan los subtipos H1N1, H1N2 y H3N2.

Los subtipos de la gripe porcina tienen todos potencial zoonótico, por lo que están sujetos a una supervisión especial.

¿Cómo afecta el virus de la gripe porcina?

El virus de la gripe porcina infecta a las células del epitelio respiratorio, provocando además de su muerte, una fuerte respuesta inmune e inflamatoria que bloquea los alvéolos y vías respiratorias.

Las lesiones ya son graves de por sí y habitualmente se ven complicadas por infecciones bacterianas secundarias. Esto sucede muy frecuentemente en el caso del porcino debido a la alta presión de infección de múltiples bacterias (S. suis, G. parasuis, M. hyorhinis, A. pleuropneumoniae, M. hyopneumoniae…).

Además, el virus de la gripe porcina también puede asociarse con otros virus, como PRRSv o PCV2 y agravar el cuadro clínico de forma sinérgica.

Esta asociación de varios agentes infecciosos respiratorios, se denomina complejo respiratorio porcino (CRP). Así pues, la gripe porcina forma parte de este CRP.

¿Cuáles son las vías de infección?

El virus de la gripe porcina está presente en la mayoría de las granjas y en muchos casos con la presencia de más de un subtipo. Es extremadamente contagioso.

Se transmite por:

  • Secreciones oronasales de cerdos infectados, por lo que el contagio se produce principalmente por contacto nariz a nariz.
  • También se transmite por contacto con objetos contaminados (por ejemplo, las botas al movernos entre corrales)
  • Y, por vía aérea. El virus de la gripe porcina es capaz de transmitirse a distancia de al menos 2 km (Davis et al. 2009), lo que facilita la contaminación entre las explotaciones vecinas y la circulación entre animales alojados en diferentes salas y naves dentro de la misma granja.

Además, la transmisión puede verse favorecida por:

  • Las salas y/o patios de gran tamaño
  • El movimiento de lechones entre bandas
  • La falta de manejo Todo dentro – Todo fuera
  • Las densidades excesivas de animales.
  • Las condiciones ambientales adversas (frío, ventilación comprometida), ya que debilitan las defensas inmunes y agravan el cuadro clínico.

La infección por el virus de la gripe porcina ocurre durante todo el año, no tiene por qué ser estacional, pero habitualmente los casos en los periodos más fríos del año son más frecuentes y en parte debido a las condiciones ambientales, más graves.

¿Cuáles son los síntomas y el impacto productivo?

A nivel individual, sin complicaciones secundarias, afecta de forma aguda ya que los signos clínicos aparecen rápidamente después de la infección (1 a 3 días después) y desaparecen al cabo de 3-4 días.

Sin embargo, el proceso suele cronificarse a nivel de población, ya que en una granja habitualmente no paran de llegar animales susceptibles a infectarse.

Los síntomas generalmente comienzan con estornudos y secreción nasal. La infección se propaga rápidamente a la tráquea, bronquios y pulmones provocando dolor, tos y respiración abdominal. Los animales presentan fiebre (>40°C), por lo que muestran letargo y disminución del consumo de pienso.

Las coinfecciones de otras bacterias o virus con el virus de la gripe porcina agravan y diversifican los signos clínicos en función de los agentes secundarios presentes. Suelen potenciarse las complicaciones pulmonares y las complicaciones derivadas de las poliserositis (meningitis y artritis). El control de la gripe puede ayudar a reducir el consumo de antimicrobianos en las granjas.

La infección por el virus de la gripe porcina puede producir fallos reproductivos (repeticiones, abortos, pérdida prolificidad) y fallos en la lactancia de forma indirecta. Esto significa que el fallo se produce debido al malestar que genera la infección a la cerda, no porque el virus afecte al aparato reproductivo.

El impacto productivo y económico depende de la virulencia de las cepas del virus de la gripe porcina, de los otros agentes bacterianos y/o víricos asociados y de las condiciones de cría.

¿Cómo diagnosticar la gripe porcina?

Para diagnosticar la gripe porcina, el muestreo debe ir dirigido a cerdos con signos clínicos claros, con fiebre y al inicio de proceso, porque el virus de la gripe porcina tan solo es detectable durante 3-4 días.

Los hisopos nasales y los raspados traqueobronquiales son las muestras de elección para detectar el virus por PCR.

También puede detectarse en pulmones, pero en este caso hace falta que las bajas se produzcan de forma aguda, lo que no suele ser habitual.

Los fluidos orales obtenidos con cuerdas son muestras colectivas que permiten detectar el virus de la gripe porcina a nivel poblacional.

Debemos recordar que en sangre no sirven las PCR porque el virus de la gripe porcina no genera viremias. En sangre sí podemos detectar anticuerpos, pero la mayoría de las granjas son positivas, por lo que la interpretación de los resultados serológicos habitualmente no ofrece una respuesta clara, por lo que en definitiva la sangre no es la muestra más recomendable.

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