24 abril 2025
¿Qué es la triquinosis en cerdos?
La triquinosis es una enfermedad zoonótica causada por parásitos del género Trichinella, principalmente Trichinella espiralis, que afecta a una amplia variedad de mamíferos, incluidos los cerdos y los seres humanos.
El ciclo de vida del parásito en los cerdos y otros hospedadores
La persistencia de la triquinosis radica en el ciclo vital de Trichinella, el cual depende de la ingesta de carne que contenga larvas enquistadas.
- Fase intestinal: las larvas infecciosas enquistadas en la carne consumida por humanos o ingerida por animales emergen en el intestino, transformándose en adultos en 6-8 días tras penetrar el intestino delgado.
- Fase de migración: durante 4-6 semanas se liberan nuevas larvas, que migran a través del sistema sanguíneo y linfático.
- Fase muscular: en 1-2 meses las larvas se enquistan en células musculares como parásito intracelular, manteniéndose viables durante varios años. Las larvas muertas se reabsorben o calcifican. La transmisión persiste solo si otro carnívoro ingiere las larvas enquistadas.
Los cerdos pueden infectarse de triquinosis si consumen carne cruda o subproductos animales contaminados. De ahí que el control de su alimentación y el manejo de desechos sean claves para la prevención de la enfermedad.
Síntomas y Diagnóstico de la Triquinosis en cerdos
En los cerdos, la triquinosis generalmente es asintomática, lo que dificulta su detección en animales vivos. Dado que los signos clínicos suelen ser inespecíficos, el diagnóstico se basa en pruebas de laboratorio, como exámenes serológicos.
En el matadero se realiza una inspección para buscar quistes examinando:
- Muestras de músculo (examen triquinoscópico).
- o músculo digerido por enzimas (digestión artificial), en el microscopio.
El control sanitario en los mataderos es una de las principales estrategias para evitar la entrada de carne contaminada en la cadena alimentaria.
Causas y factores de riesgo de la triquinosis
Modos de transmisión en granjas y producción porcina
Los cerdos se infectan principalmente al ingerir:
- Consumo de carne infectada, especialmente si la carne infectada a la que acceden los cerdos es también de cerdo.
- Cadáveres de ratas.
- Sobras de comida para alimentar cerdos, etc.
En granjas con deficiencias en bioseguridad y manejo, la presencia de roedores y otros animales salvajes aumenta el riesgo de transmisión.
¿Qué factores pueden favorecer la infección por triquinosis?
- Factores ambientales. Los cerdos de granjas al aire libre tienen mayor riesgo de contacto con animales salvajes (jabalís, etc.) que puedan estar infectados.
- Factores de control sanitario. La ausencia de pruebas regulares en animales y en la carne incrementa el riesgo de brotes en humanos.
- Factores de manejo de residuos. Deficiencias en su eliminación puede facilitar la transmisión.
Implementar medidas estrictas de bioseguridad y control alimentario es fundamental para reducir la prevalencia de la enfermedad.
Estrategias de prevención en granjas porcinas
Control de alimentación y manejo sanitario
Uno de los pilares de la prevención de la triquinosis es la gestión adecuada de la alimentación de los cerdos. Algunas regulaciones incluyen:
- Eliminación segura de restos animales y desechos de matanza.
- Uso exclusivo de piensos certificados y controlados.
Evitar que los cerdos ingieran carne, reduce el riesgo de propagación del parásito.
La bioseguridad como herramienta vital
Para evitar la transmisión de triquinosis es importante tomar medidas como
- Evitar el acceso de cerdos a cadáveres de otros animales.
- Mantener aisladas y controladas las zonas de almacenamiento de alimentos.
- Implementar sistemas de control de plagas eficaces.
Protocolos estrictos de bioseguridad junto a un correcto manejo sanitario pueden reducir significativamente el riesgo de infección dentro la granja porcina.
Vigilancia y control sanitario
Estos programas suelen incluir:
- Pruebas serológicas en cerdos en regiones de alto riesgo.
- Trazabilidad en toda la cadena de valor para garantizar una procedencia segura.
- Inspección de carne en mataderos mediante las pruebas pertinentes, etc.
Estos controles evitan la presencia de carne contaminada en el mercado y garantizan la seguridad alimentaria de los consumidores.
Impacto de la triquinosis en la salud pública y el mercado porcino
Riesgo para el consumo humano y seguridad alimentaria
Cuando los humanos consumen carne de cerdo infectada y mal cocinada, las larvas de Trichinella pueden provocar triquinosis.
La triquinosis en los humanos es una enfermedad de declaración obligatoria en España, tal y como establece la Orden SSI/445/2015, que modifica los anexos I, II y III del Real Decreto 2210/1995, por el que se establece la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica.
La manifestación clínica en los humanos es muy variable, dependiendo de la sensibilidad del individuo, de su estado inmunitario y de la cantidad de larvas ingeridas, pudiendo manifestarse como una infestación asintomática hasta cuadros severos, con complicaciones neurológicas y cardiológicas que pueden conducir a la muerte.
Regulaciones y certificaciones para la seguridad alimentaria
Encontramos diversas regulaciones a nivel global. Estos son algunos ejemplos:
- Normas de la Unión Europea sobre la detección obligatoria de Trichinella en carne destinada al consumo que se puede consultar en este enlace.
- Regulaciones emitidas por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) disponibles en este link
- En España, marco reglamentario y plan de contingencia que se puede consultar en el MAPA
El cumplimiento de estas normativas permite mantener la calidad sanitaria de la carne de cerdo y evitar restricciones comerciales en el mercado internacional.
La triquinosis en cerdos es una enfermedad con importantes implicaciones en la industria porcina y la salud pública. Aunque en los cerdos suele ser asintomático, su transmisión a los humanos puede causar síntomas graves.
Desde una perspectiva económica, la triquinosis representa un desafío para la producción porcina, ya que puede generar restricciones comerciales, pérdidas en la confianza del consumidor y exigencias sanitarias más estrictas.
El manejo adecuado, la prevención, la bioseguridad, así como el control sanitario son los garantes de una producción porcina segura y rentable.