Qué hacer para prevenir la Enfermedad de los Edemas en porcino

Es fundamental revisar e identificar todos los factores predisponentes de la enfermedad de los edemas en porcino, con el fin de detectar áreas de mejora y puntos críticos, para evitar que se pueda desencadenar el cuadro clínico.

Entre las medidas de control de la enfermedad de los edemas en porcino cabe mencionar:

• Extremar la higiene para limitar la colonización de la bacteria, empleando las siguientes acciones para ello:
  • Manejo “todo dentro-todo fuera”, con una adecuada limpieza y desinfección de las instalaciones que incluya las fosas de purines y las tuberías de agua de bebida.
  • Lavado de las cerdas con agua templada a baja presión o mediante un sistema de aspersión/tipo ducha.  Idealmente se realizará en una zona acotada en el tránsito de la gestación a las salas de partos, diseñada de forma que permita que la cerda se quite la suciedad mediante el rascado en las paredes y evitando que la materia orgánica se acumule en el suelo.
• Asegurar el óptimo encalostrado de los lechones durante sus primeras 24 horas de vida para garantizar la protección pasiva de los animales.
• Controlar las condiciones ambientales, evitando el frío y la humedad, respetando la densidad de los animales y el espacio disponible de tolva, para evitar que los animales tengan momentos de ayuno prolongados a los que les siguen episodios de ingesta voraz, que dan lugar a una sobrecarga digestiva que predispone a la presentación de la enfermedad de los edemas.
• Revisar la alimentación y la calidad del agua, teniendo en cuenta:
  • En relación con la alimentación:
    • Los patrones de comportamiento de consumo de los lechones tras el destete, debidos al cambio de instalación, compañeros de cuadra y dieta, que al igual que la deficiencia de los factores descritos en el punto anterior, puede originar una sobrecarga digestiva con el consecuente desarrollo de la enfermedad de los edemas en porcino.
    • El objetivo es conseguir que la dieta sea más digestible, reduciendo el porcentaje de proteína y aumentando la fibra.
    • La administración de ácidos orgánicos en agua y pienso y la incorporación de ciertos probióticos y prebióticos en la dieta persigue favorecer el crecimiento de la microbiota beneficiosa.
    • El ayuno de los animales durante unas 48 horas junto al tratamiento con antibióticos intramusculares es una estrategia que ayuda al control de la enfermedad de los edemas en porcino. Tras el periodo de ayuno, la administración del alimento debe ser racionada.
  • Es imprescindible higienizar correctamente el agua de bebida, en depósitos y conducciones, ya que es una de las principales fuentes de contagio de los animales.

• Reducir el uso de antibióticos, por varios motivos:
  • Normativa más restrictiva y creación de resistencias.
  • Escaso éxito en el control de la enfermedad, en particular en los animales que presentan trastornos cardiovasculares o alteraciones del sistema nervioso.
• Prevenir mediante vacunación. La aplicación de una vacuna a los animales es la opción más eficiente cuando las anteriores medidas no llegan a controlar la casuística. Para ello, a los lechones se les administra una vacuna de toxoides diseñada para generar anticuerpos frente a la toxina shiga (Stx2e) que producen ciertas cepas de E. coli (F18) generadoras de la enfermedad de los edemas en cerdos. Mediante una única aplicación de vacuna, a partir de los primeros días de vida, se consigue proteger a los cerdos durante la fase de transición y las primeras semanas del periodo de engorde, permitiendo reducir la mortalidad y los signos clínicos de la enfermedad.