15 octubre 2024
Luis Sanjoaquin
En el anterior artículo hablamos de que uno de los retos más notables a los que se enfrenta la industria es la mortalidad de los animales en las diferentes fases de producción y la necesidad de trabajar lo más eficientemente posible en diferentes aspectos con el objetivo de obtener la mayor calidad posible de lechones.
Algunos de los aspectos claves que destacaban en el anterior artículo, High Quality Piglets - Lechones de alta calidad (1/3), eran:
- Estado sanitario de la cabaña
- Mortalidad de las cerdas
- Higiene, limpieza y desinfección de las instalaciones
- Alimentación de la cerda en el periparto
- Cuidados durante el parto
- Calidad del lechón al nacer
Continuemos viendo qué otros puntos son clave para obtener lechones de calidad.
Calostro de la cerda y calostro de los cerdos
El calostro se considera el primer alimento del lechón tras el nacimiento. En condiciones de hiperprolificidad, el calostro es un recurso escaso, ya que la media se calcula en 3,6 litros y debe repartirse entre numerosos lechones de la camada con una gran variabilidad de peso. Como ya se ha mencionado, un porcentaje importante de lechones tiene un peso inferior al normal (<1 kg).
Lo primero que debemos asegurar es que los lechones no experimenten un descenso de temperatura tras el nacimiento (más allá del mínimo posible) ya que estudios recientes demuestran la gran importancia de una temperatura corporal óptima.
Thinkinpig realizó un estudio en diferentes granjas con multitud de factores que podían influir y, aunque no es una prueba perfecta, intentamos encontrar qué temperatura nos indica qué lechón ha tenido la toma de calostro adecuada y cuál no. La temperatura que indica que los lechones han recibido correctamente el calostro y no han perdido peso en las primeras 24 horas de vida es de 38,1ºC. Este valor puede ayudarnos a detectar qué lechones necesitan mejores cuidados para reducir la mortalidad.
Es importante destacar la importancia de la cantidad y calidad del calostro en cada uno de los ciclos, siendo las cerdas de primer parto y las cerdas viejas (7º parto) las que menos calostro producen.
La producción de calostro aumenta en función del tamaño de la camada, pero no es suficiente por encima de 14 lechones por cada lechón adicional que pare la cerda (Devillers et al., 2007; Quesnel 2011).
A su vez, la producción de calostro es menor a medida que aumenta el número de lechones nacidos muertos y momificados (datos propios de Thinkinpig).
Una vez conocida la importancia del calostro, debemos asegurar el máximo consumo por parte de todos los lechones de la camada antes de realizar cualquier movimiento. Por eso trabajamos la lactancia dividida (split-nursing) para homogeneizar el consumo, especialmente aumentando el consumo en los lechones de menor peso y separando los lechones más grandes en periodos de tiempo de 1 y ½ horas. Siempre se colocan bajo una fuente de calor para evitar pérdidas de temperatura y consumo de energía.
A pesar de esta técnica, en nuestro trabajo obtenemos un porcentaje de lechones que no reciben la cantidad adecuada de calostro y pierden peso en las primeras 24 horas de vida (Thinkinpig 2016).
Thinkinpig trial 2016
Los lechones que ingieren más de 200 gramos de calostro tienen una tasa de supervivencia superior al 90%, mientras que los que ingieren menos de 100 gramos sólo tienen una tasa de supervivencia del 40%.
Cross-fostering
Tras 24 horas de vida y evitando movimientos innecesarios de lechones no viables, igualamos la camada. En mi opinión, hay tantas formas de igualar camadas como personas encargadas de hacerlo. Podemos igualar sólo por número, por número y tamaño, igualar a todas las cerdas con el mismo número de lechones, igualar por número de lechones según el ciclo, igualar en función de su capacidad de destete y en función de la producción de leche de las cerdas, etc.
Hacer las cosas bien en las primeras 48 horas de vida es fundamental, asegurándonos de que los movimientos que hacemos son los necesarios y que no movemos lechones sin viabilidad.
Cerdas nodrizas
Uno de los grandes cambios que ha traído la hiperprolificidad en la fase de maternidad es que nos sobran lechones tras las adopciones, por lo que los lechones de mayor tamaño y con una ingesta óptima de calostro deben ser alojados con cerdas nodrizas.
Cada método de manejo tiene un impacto económico y así lo estudiamos en Thinkinpig, valorando económicamente el coste/kg de cerdo producido en función del método elegido para el sistema de cerdas nodrizas.
Control: 14 lechones por cerda 24h posparto; Milk: 15 lechones con suplementación de leche24h posparto, reducido número de cerdas nodrizas; Increase: cerdas nodrizas de lotes previos con reducida edad al destete; Free stall: cerdas trasladadas a alojamientos libres con aumento del periodo de lactación de los lechones. Thinkinpig 2015
Puedes consultar el primer artículo desde aquí. En breves se publicará la tercera parte.
