22 junio 2023
¿Qué es el “Smart-farming”?
En los últimos años, especialmente en los últimos 5, se ha ido extendiendo el uso del término Smart-farming en el sector como algo presente, casi necesario para las granjas. Pero ¿Qué es el Smart-farming? El concepto comenzó a utilizarse para referirse al uso de las nuevas tecnologías “inteligentes” en el ámbito de la agricultura. Posteriormente, lo hemos adoptado desde el sector ganadero para referirnos a la aplicación de estas herramientas a las granjas.
El objetivo del Smart-farming es el de conseguir una producción más eficiente y de mejor calidad, aprovechando al máximo los recursos disponibles y reduciendo el impacto de la producción sobre el medio ambiente.
El sector está entrando en un momento incierto debido al aumento de la complejidad del negocio (modelo de integración cada día más presente, falta de personal cualificado, presión por la reducción de costes, etc); el aumento de la demanda de proteína de calidad a nivel mundial y cómo va a ser satisfecho; y no menos importante, la demanda de transparencia y trazabilidad por parte de los consumidores.
Smart-farming es hablar de datos. Los productores buscan respuestas y los datos pueden ayudar a encontrarlas.
Lo que tenemos al alcance de la mano
Actualmente, existen multitud de empresas que de una u otra forma están trabajando en la digitalización de las granjas porcinas. La mayoría de estos sistemas se basan en tecnologías simples (RFDI, NFC, Bluetooth, Wi-FI, etc.) que, sin embargo, sirven como punto de partida para la digitalización de las granjas porcinas. Algunos ejemplos de Smart-farming aplicado en granja son:
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Sensórica: Se trata de la instalación de sensores para el registro de magnitudes como la temperatura, humedad, concentración de gases, etc., junto a la tecnología que permita la automatización y/o la toma de decisiones en tiempo real sobre qué hacer en granja cuando se presenta una desviación.
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Bioseguridad: Desde el control de los movimientos internos del personal entre naves de la granja mediante el uso de GPS, hasta la digitalización de brotes de enfermedad o del movimiento de personas o vehículos entre grupos de granjas cercanos que permitan tomar decisiones en tiempo real sobre la protección de las granjas porcinas.
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Trazabilidad de tratamientos y vacunaciones: Existen ciertos dispositivos automáticos de vacunación que permiten registrar las sesiones de vacunación de los lechones, así como la calidad de la propia sesión de vacunación.
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Visión artificial: Existen tecnologías centradas en la estimación de pesos de los animales. Esta tecnología aún no es lo suficientemente específica cuando se trata de animales individuales, pero sin duda es una de las líneas de trabajo que más se desarrollará en los próximos años. La visión artificial se está usando también junto al “machine learning” para evaluar el comportamiento animal, su bienestar, etc.
Lo que nos impide avanzar
Aunque el Smart-farming ha venido para quedarse, hay ciertos limitantes que están impidiendo que progrese a la velocidad a la que lo está haciendo en otros sectores.
La falta de una conectividad real, rápida y de calidad en el ámbito rural es sin duda el talón de Aquiles del Smart-farming. En aquellas áreas dónde este no fuese un problema, la dependencia de una persona que reciba las alertas para tomar acciones es el factor más influyente a la hora de poner en marcha ciertas medidas de digitalización.
Un limitante habitual (y no exclusivo del sector), es el relacionado con el uso de los datos recopilados. Si bien los datos siempre son propiedad de quien los genera, al no existir una única empresa responsable de todo el entramado digital de una granja, compartir los datos con otras compañías, aunque sea en provecho del usuario, suele presentarse como un bloqueo a la hora de poner en marcha sistemas de digitalización.
Hacia dónde vamos
A pesar de las limitaciones que hoy por hoy encontramos, el presente del Smart-farming ya está aquí y sólo nos queda mirar hacia el futuro.
Dentro de las líneas de trabajo que se pueden explorar, la integración de los datos en ecosistemas creados específicamente para la digitalización de las granjas porcinas es una necesidad más real del día a día que del futuro próximo. La integración de los datos permitirá la creación de flujos en tiempo real que facilitarán la toma de decisiones tanto para el granjero, como para el veterinario.
Esta integración de los datos podría hacerse incluso entre granjas, permitiendo la comunicación, coordinación y colaboración entre ellas para crear sistemas integrados altamente eficientes.
Otra línea en la que se está trabajando es en poder pasar de sistemas descriptivos, como funciona la sensórica actualmente, a sistemas predictivos. Esto significa que mediante “machine learning” la inteligencia artificial será capaz de mostrar escenarios futuros en base a los datos que vaya recopilando de los sensores de la granja.
La carta a los reyes magos
En conclusión, para que una tecnología tenga éxito en el ámbito de las granjas porcinas, deberá cumplir con 3 requisitos, los cuales no difieren de otros sectores. Estos requisitos son:
- Que sea relativamente barata, tanto de implementar como de operar
- Que sea simple y fácil de usar
- Que aporte valor a todos los implicados.
Cada día surgen nuevas tecnologías que podrían ser utilizadas dentro del sector para hacerlo más eficiente y aportar mayor valor. Sólo nos queda poner todo de nuestra parte para hacerlas llegar hasta nuestras granjas.