22 mayo 2025
Razas Blancas: los imprescindibles
Dentro de las razas de cerdo en España, las razas blancas son fundamentales en la producción porcina industrial debido a su rápido crecimiento y alta productividad. Las más utilizadas en España son:
- Landrace: destaca buen comportamiento. Buena ganancia media diaria en peso y conversión alimentaría, con bajo nivel de engrasamiento. Se considera una raza de tipo magro.
- Large White: destaca por su elevada fertilidad, prolificidad, buena maternidad (carácter tranquilo, cuidado de las crías, capacidad lechera, etc.). Es muy interesante tanto en cría en pureza como en cruzamientos como línea materna.
- Pietrain: presenta buenas cualidades como finalizador, ya que transmite a la descendencia su elevado porcentaje de carne, una mayor proporción de partes nobles.
Cerdo Ibérico: la joya de la dehesa
El cerdo ibérico es la raza más representativa de España y la base del jamón ibérico, un producto de renombre internacional. Se cría principalmente en las dehesas de Extremadura, Andalucía, Castilla y León y otras regiones del suroeste peninsular.
Su nombre completo es Raza Porcina Ibérica y existen variedades como Retinto, Entrepelado, Torbiscal, Lampiño y Manchado de Jabugo.
El más valorado de los sistemas de alimentación de estos cerdos es la montanera, periodo donde se alimentan de bellotas por la dehesa en su fase final de engorde, lo que les otorga su característico sabor y textura infiltrada de grasa.
Duroc: uno más en la familia
Esta raza de cerdo, originaria de EE. UU., está distribuida por todo el territorio nacional, destacando su presencia en Extremadura, Aragón y Cataluña.
Destaca su elevada prolificidad, utilizándose en los cruzamientos como línea paterna y línea materna.
A nivel productivo, proporciona calidad a la carne, incrementando la grasa infiltrada en los productos de sus cruzamientos.
Razas autóctonas: un patrimonio que cuidar
España cuenta con varias razas de cerdo autóctonas en peligro de extinción, cuya recuperación es clave para preservar la diversidad genética y cultural.
- Cerdo Celta (Galicia). La raza Porco Celta era la más importante en Galicia hasta comienzos del pasado siglo, sufriendo una importante reducción censal debida principalmente a la importación de otras razas cuyo crecimiento era más rápido y tenían un mayor rendimiento. El sistema de cría en libertad y el tipo de alimentación, hace su carne excepcional.
- Chato Murciano (Murcia). Originario del tronco Mediterráneo, a partir del cual se configuró una raza murciana primitiva o cerdo murciano. Su carne, infiltrada de grasa, es ideal para embutidos y platos tradicionales.
- Gochu Asturcelta (Asturias). Existen pruebas de la presencia de cerdos en Asturias desde la época de los castros, los romanos ya documentaron la calidad de los jamones producidos. Muy aptos para el aprovechamiento y mantenimiento de zonas de alto valor ecológico.
- Euskal Txerria (País Vasco y Navarra). Tiene su origen en la parte occidental de los Pirineos. Se caracteriza por ser una raza rústica, de carácter dócil, bien adaptada al pastoreo en condiciones extensivas y de desarrollo tardío.
Otras razas quizás más desconocidas
- Latón de la Fueva. Esta raza de cerdo se cría en un pequeño valle de Huesca, el Valle de La Fueva. En 2004, un grupo de ganaderos de este valle tomó la iniciativa de rescatar una raza porcina en peligro de desaparición: el cerdo de los Pirineos. De ese modo ha sido cruzada con razas más rústicas para mantener su fortaleza y asegurar una carne de gran sabor y óptimas cualidades nutricionales.
- Ral d’Avinyó. Este cruce surgió a raíz de la desaparición de las razas de cerdos autóctonas de Cataluña. Se trata de un cerdo cuya carne retoma sabores y texturas que se empezaban a perder en la zona.
El valor de todas razas de cerdo de España
El sector porcino en España es una de las principales actividades agroalimentarias, representando una parte significativa de la economía nacional. La riqueza y diversidad de las razas de cerdo en nuestro país es el reflejo de siglos de tradición y adaptación a distintos entornos.
Valorar y preservar todas las razas garantiza la producción de productos y sabores excepcionales y únicos. También contribuye a la sostenibilidad del sector porcino y al mantenimiento y expansión de la cultura gastronómica española.
La próxima vez que te pregunten por las razas de cerdo de nuestro país, ¡quizás sepas mencionar alguna más!