Históricamente, la prevención y control de la enfermedad de los edemas en porcino se realizaba mediante la administración de antibióticos, acompañada o no del manejo de la microbiota intestinal a través de los cambios en la dieta. En los últimos años, la restricción del consumo de antibióticos en el marco del Plan Nacional de Resistencia a Antibióticos (PRAN), junto a la prohibición del uso de óxido de zinc en los piensos, ha potenciado la utilización de otras estrategias de control, entre las que se incluye la vacunación de los lechones.
Las principales medidas de prevención de la enfermedad de los edemas en porcino tienen como objetivo minimizar el efecto de la colonización de las bacterias y controlar los factores desencadenantes de la enfermedad, como son la reducida inmunidad pasiva de los lechones, tipo de dietas, deficiente control de las condiciones ambientales, inadecuada calidad microbiológica y/o fisicoquímica del agua de bebida, etc.