17 septiembre 2024
Sinergias con otros patógenos
El virus de la influenza porcina genera una lesión a nivel del epitelio respiratorio que ya de por si puede ser muy grave.
La gravedad de la infección depende de:
- la virulencia de la cepa del virus
- de otros factores: condiciones ambientales, inmunidad del rebaño, manejo…
Los animales afectados muestran pérdida de crecimiento y aumento de la mortalidad.
En la mayoría de las granjas el virus de la Influenza porcina no se encuentra solo, sino que coincide con otros patógenos agravándose el cuadro respiratorio. Algunos de estos patógenos son:
- otros virus como PRRS y PCV2
- bacterias como Mycoplasma hyopneumoniae, Actinobacillus pleuropneumoniae, Pasteurella multocida, Bordetella bronchiseptica…
También contribuye a que bacterias con capacidad para producir poliserositis, como Glässerella parasuis, Streptococcus suis o Mycoplasma hyorhinis sean capaces de colonizar el epitelio pulmonar con mayor facilidad e incluso llegar al torrente sanguíneo de forma más efectiva. Todo esto genera un agravamiento de los cuadros de poliserositis (artritis, meningitis, pericarditis, pleuritis…) y un aumento del uso de antimicrobianos para controlarlos.
Impacto productivo y económico en fase de transición y cebo
Para hacernos una idea del impacto de las pérdidas en fase de crecimiento usaremos una tabla en la que se describen situaciones que llevan a un incremento del coste de producción de 1€, basada en datos medios de 2023 de SIP Consultors. El precio del pienso se ha actualizado a junio de 2024.
Por ejemplo, un incremento de la mortalidad del 2,3% lleva a un incremento del coste de producción del lechón salido de transición, pasando de 39,5€ a 40,5€.
Como se ha comentado anteriormente, es factible que un proceso respiratorio en el que participe la Influenza afecte a varios de los principales parámetros descritos. Si aumentara un 1,15% las bajas, el gasto de medicamentos en 0,5€ (debido a infecciones bacterianas secundarias) y empeorara el IC en 0.09 g y la GMD en 32 g, estaríamos ante un proceso que, sin parecer excesivamente grave, aumentaría el coste del lechón salido de transición en 2€. Es factible que situaciones similares a esta o incluso perores estén sucediendo con frecuencia, ya que el virus de la Influenza porcina afecta a la mayor parte de granjas de porcino.
Si esto sucediera en la fase de cebo, el impacto podría ser incluso mayor, sobre todo si generaran bajas, ya que se ha invertido más en los animales.
Impacto en procesos reproductivos
En el caso de las madres, el virus de la Influenza porcina puede generar mortalidad de las propias cerdas o de sus lechones lactantes.
También puede ocasionar fallo reproductivo ya que la fiebre alta afecta a la implantación embrionaria y potencialmente puede generar la pérdida de gestación total o parcial en cualquier momento de la gestación. Esto puede llevar a que disminuya la prolificidad o que aumenten las repeticiones, lechones momificados, abortos o nacidos muertos.
También puede alterarse la lactación de la cerda, generando mayor retraso en los lechones lactantes y salida en celo de cerdas en maternidad, lo que alarga el intervalo destete-cubrición.
En un estudio realizado en 137 granjas en Alemania demuestra mejoras significativas en el nivel de repeticiones, abortos, nacidos vivos / camada y mortalidad predestete y como consecuencia de los lechones destetados / cerda – año (LDCA) después de diagnosticar la presencia de H1panN1 y establecer un protocolo vacunal frente a este linaje.
Usando una tabla con el mismo concepto descrito en la tabla de transición y cebo, pero ahora en fase de madres, obtenemos los siguientes resultados:
- El aumento de las repeticiones en un 3,34 % reduciría el coste del lechón destetado en 0,16€ si estas repeticiones fueran de media a 32 días.
- El aumento del 0,89 % de abortos reduciría el coste en 0,10 € si sucedieran a una media de 90 días.
- La mejora en lechones nacidos vivos y mortalidad en lactación se ha traducido a lechones destetados por parto (LDP) teniendo en cuenta que antes de vacunar nacían 13,24 lechones vivos y la mortalidad en lactación era de 14,34%, lo que equivaldría a 11,34 LDP. De la misma forma se ha hecho con los datos después de vacunar, resultando en 11,71 LDP. Por lo tanto, la diferencia en LDP antes y después de vacunar sería de 0,37, lo que reduce el coste del lechón destetado en 1€.
La suma de las 3 mejoras supone una reducción del coste del lechón destetado de 1,26€ tras vacunar frente a H1panN1 en granjas donde se consideró oportuno hacerlo, lo que ofrece un amplio margen de retorno de inversión al uso de la vacunación. Todo esto sin tener en cuenta el más que posible impacto en la mejora de los resultados en la fase de transición tras el establecimiento de la vacunación. Cabría esperar que en situaciones donde participan los subtipos H1avN1, H1huN2 y H3huN2, el impacto de la influenza porcina podría ser similar.
Conclusiones
El virus de la influenza porcina es capaz de generar pérdidas importantes en cualquier fase productiva, desde la reposición, cerdas y lechones lactantes hasta la fase de transición y cebo. Las medidas de vacunación encaminadas a su control pueden ofrecer un retorno de inversión interesante en la mayoría de las situaciones donde el virus de la Influenza porcina participa en los procesos observados.