Gripe porcina: ¿cómo se presenta y cómo afecta a tu granja?

11 mayo 2023

La gripe porcina es una enfermedad respiratoria aguda que puede afectar a cerdos de todas las edades con sintomatología y gravedad variable. El agente causal es el virus de la gripe tipo A o virus de la gripe porcina. En inglés se conoce por las siglas SIV, Swine Influenza Virus. 

Si quieres saber cómo la gripe porcina puede presentarse en los cerdos de tu granja de cerdos y cómo ello puede afectar tanto a tus animales, como a tu rentabilidad, sigue leyendo. En este artículo explicaremos sus principales síntomas, así como sus signos clínicos y consecuencias.

¿Qué signos clínicos y lesiones pulmonares se asocian con la gripe porcina?

La gripe porcina es un patógeno respiratorio primario, es decir, que por sí mismo causa enfermedad. También favorece la aparición de coinfecciones con otros agentes bacterianos, y desempeña un papel importante en el complejo respiratorio porcino (CRP). La coinfección de la gripe porcina con otros agentes implicados en el CRP, como Mycoplasma hyopneumoniae y/o PRRS, da lugar a un cuadro clínico más grave.

La prevalencia de la gripe porcina es elevada a nivel mundial. La prevalencia de una enfermedad es la proporción de individuos de un grupo o una población que presentan la enfermedad.  En España, distintos estudios indican que más del 90 % de las granjas son seropositivas, como mínimo, a un subtipo de gripe porcina. 

¿Y qué significa tener una granja seropositiva? La seropositividad frente una enfermedad es la presencia de anticuerpos específicos en sangre frente esa enfermedad.  Una seroprevalencia elevada indica que los animales han estado en contacto con este virus en algún momento de su fase productiva, lo cual causa un impacto económico sobre distintos parámetros productivos según la forma clínica.

Es importante conocer frente a qué presentación clínica nos encontramos: ¿epidémica o endémica? Exploremos ambas opciones en profundidad.

Forma epidémica de la gripe porcina

Se cataloga como epidemia a una enfermedad que se propaga rápida y activamente con lo que el número de casos aumenta significativamente.

El curso de esta forma clínica es muy agudo (5-7 días) y, aunque se puede observar un cierto porcentaje de bajas, la mayoría de los animales se recuperan si no hay complicaciones con otros patógenos.

Los síntomas que presentan los animales afectados son, básicamente, los mismos que podemos sufrir las personas cuando nos contagiamos de gripe. Pueden presentar fiebre elevada (>40 °C), tos seca, dificultad respiratoria, secreciones nasales y lagrimales no purulentas, conjuntivitis, falta de apetito y apatía, entre otros.

La forma epidémica de la gripe porcina puede afectar a cerdos de todas las edades. En cerdas reproductoras, la fiebre puede ocasionar un incremento de repeticiones, un descenso de la prolificidad y abortos en cerdas gestantes. 

En cuanto al impacto económico observado en esta presentación de la enfermedad, al igual que la clínica presente, puede ser muy variable en función del estatus previo de la granja afectada.

Forma endémica de la gripe porcina

Esta presentación es la más habitual hoy en día. La forma endémica de la enfermedad aparece en las granjas en las que existe una inmunidad previa frente al virus de la gripe porcina.

Los signos clínicos son los mismos que los observados en la forma epidémica (fiebre >40 °C, tos, secreción nasal, …), pero la proporción de animales afectados al mismo tiempo es menor. Por tanto, es más complicado identificarlos. 

Cabe destacar que, en la forma endémica, la clínica respiratoria se observa habitualmente en lechones de 5-7 semanas de vida durante la fase de transición en forma de toses recurrentes en los distintos lotes. 

Las pérdidas económicas asociadas a la forma endémica se centran principalmente en la fase de transición, donde se estima una reducción en la eficiencia del crecimiento de los lechones de hasta un 30 % y un aumento en el porcentaje de bajas de aproximadamente un 1%. 

No obstante, estos signos clínicos también se pueden observar de forma más temprana en lechones en lactación y en cerdas, principalmente en primerizas.

En ambas formas de presentación, se producen las mismas lesiones en el pulmón, figura 1. Hay que tener en cuenta que hay otros patógenos que producen lesiones muy similares como por ejemplo Mycoplasma hyopneumoniae, Bordetella bronchiseptica y/o Pasteurella multocida, por lo que es necesario realizar un diagnóstico diferencial para identificar cuál es el agente involucrado. 

 

pulmon lesionFigura 1

Como en otras enfermedades, los síntomas no son exclusivos de la gripe porcina. Por ello, el diagnóstico de la gripe porcina se debe completar con la confirmación de la presencia y/o exposición al virus mediante técnicas laboratoriales.

La gripe porcina en el panorama mundial

En conclusión, la gripe porcina es una de las principales enfermedades respiratorias en cerdos. Su prevalencia es elevada a nivel mundial, afectando a más del 90% de las granjas porcinas españolas.

Puede causar enfermedad por sí mismo, favorecer la aparición de coinfecciones y agravar el cuadro clínico cuando hay presentes otros agentes del complejo respiratorio porcino. 

Puede afectar a cerdos de distintas edades, con una gravedad variable, aunque hoy en día, lo habitual es que las granjas porcinas presenten la forma endémica afectando a lechones de transición. 

Los animales afectados presentan síntomas respiratorios, apatía, fiebre e, incluso, se pueden producir abortos en cerdas gestantes cuando afecta de forma aguda.

El impacto económico es variable, pero está asociado mayormente a la disminución en la eficiencia del crecimiento, aumento del porcentaje de bajas, mayor gasto en medicación y a los posibles problemas reproductivos ocasionados en cerdas gestantes debido a la fiebre. 

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