25 abril 2023
Los cerdos presentan anemia cuando, por alguna razón, la sangre es incapaz de transportar suficiente oxígeno a los tejidos y órganos. Los lechones lactantes la padecen sobre todo por la deficiencia de hierro. La anemia afecta a la condición corporal, la respuesta inmunitaria y el bienestar del animal. Para el ganadero porcino supone una menor ganancia diaria de peso y pérdidas ocasionadas por enfermedad.
En este artículo vamos a hablar sobre las causas de la anemia en cerdos, así como cuál es el diagnóstico que hay que realizar.
Causas de la anemia: la deficiencia de hierro en lechones
La principal causa de anemia en los lechones es la deficiencia de hierro o ferropenia. El hierro forma parte de la hemoglobina, la proteína con que los glóbulos rojos transportan el oxígeno desde los pulmones al resto del cuerpo. Los lechones están en riesgo de anemia ferropénica porque nacen con niveles de hierro que solo duran unos pocos días (unos 50 mg).
En la tercera semana, el rápido crecimiento exige que el animal asimile ¡de 300 a 400 mg de hierro! Hasta el 40 % de los lechones nacen con niveles insuficientes de hierro. Y en el destete más de un tercio presenta deficiencia de este mineral. En un estudio reciente llevado a cabo en los principales países europeos productores de porcino, más del 46 % de los cerdos presentaban subanemia y más del 16 % era anémicos.
En la naturaleza el lechón obtendría el hierro del suelo, pero en las explotaciones comerciales las fuentes naturales de hierro son muy limitadas. Ni el calostro ni la leche aportan la cantidad requerida para cubrir las necesidades diarias del lechón de 7 a 16 mg/día. Para contextualizar estos datos, conviene tener en cuenta que un litro de leche porcina contiene alrededor de 1,5 mg de hierro. Como regla general, la madre solo aporta entre el 10 % y el 20 % de las necesidades diarias del lechón.
Los lechones más grandes y que crecen más rápido corren más riesgo de sufrir anemia por la sencilla razón de que necesitan más hierro más rápidamente. Paradójicamente, los más pequeños y débiles también están más expuestos a un mayor riesgo porque mamar les puede resultar más difícil. Los nacidos en camadas numerosas son más propensos a padecer esta deficiencia porque las reservas fetales de hierro son aún más pequeñas y cada lechón dispone de menos leche y, por tanto, de menos hierro.
Si los lechones no pueden obtener el hierro que necesitan, es necesario administrar un suplemento. Esta es la base del tratamiento de la deficiencia de hierro en los lechones.
Diagnóstico de la deficiencia de hierro en lechones
Los signos de la deficiencia de hierro en lechones son los siguientes:
- Retraso en el crecimiento
- Ganancia de peso deficiente
- Palidez en las mucosas
Dado que este tipo de anemia también acarrea un mayor riesgo de infección, los lechones afectados son más propensos a sufrir diarrea. Además, las infecciones respiratorias también pueden ser un problema. Pero como la anemia reduce la capacidad de transporte de oxígeno en la sangre, el indicio más frecuente es que el lechón anémico suele respirar mucho más deprisa, un signo llamado taquipnea.
La anemia grave provoca la muerte en poco tiempo y en la necropsia se observan:
- Edema en los pulmones, los músculos y las articulaciones.
- Paredes del corazón adelgazadas.
El edema, un signo habitual de numerosos problemas circulatorios y sanguíneos, aparece cuando los vasos sanguíneos dejan escapar líquido a través de sus paredes. El lechón anémico, que llega al destete y muere poco después, presenta el corazón agrandado, pues ha tenido que bombear un volumen de sangre mayor para satisfacer la demanda de oxígeno del cuerpo.
Pero volvamos atrás. Si en las camadas observa esos signos, o un rendimiento menor del esperado, la primera pregunta que debe hacerse es: ¿Les he proporcionado hierro a los lechones? Si la respuesta es “no”, es probable que el problema sea la anemia ferropénica.
Los lechones anémicos suponen pérdidas tangibles para el ganadero, pero son igualmente preocupantes los subanémicos, pues significa que nunca asimilan la cantidad necesaria de hierro aunque no muestren signos clínicos. Los cerdos subanémicos son más difíciles de detectar y sin embargo repercuten sobre los beneficios por la afectación en el rendimiento y la vulnerabilidad a las enfermedades. El estado subanémico es frecuente incluso en las granjas donde se administran suplementos de hierro con regularidad.
HemoCue® es un analizador comercial portátil que mide los niveles de hemoglobina.
Con este aparato el ganadero y el veterinario detectan los cerdos anémicos y subanémicos y pueden suministrar de inmediato el tratamiento corrector de la deficiencia, además de evaluar la eficacia de los programas preventivos. Si el valor de la hemoglobina está por debajo de 11 g/dl se considera que el cerdo está subanémico y si es inferior a 9 g/dl que está anémico. En los lechones que no reciben un suplemento de hierro el día 6 la hemoglobina puede bajar ¡hasta los 7 g/dl!
Impacto comercial
La prevención y el tratamiento de la deficiencia de hierro en lechones es una decisión económicamente rentable. El lechón anémico presenta una ganancia media diaria de peso menor, mayor riesgo de sufrir enfermedades infecciosas y, por tanto, una mortalidad más elevada. Todas son pérdidas demasiado evidentes para cualquier ganadero.
El impacto comercial de los cerdos subanémicos resulta más difícil de apreciar. Estos animales presentan un rendimiento subóptimo y menor valor a causa del pelo áspero, el aspecto deslucido, la piel arrugada y el bajo peso final. Los cerdos de rápido crecimiento corren un mayor riesgo de ferropenia. Las razas mejoradas tienen mayores requisitos nutricionales para satisfacer ese ritmo de crecimiento acelerado. No proporcionar los niveles adecuados de hierro simplemente socava todos los beneficios recabados durante años de cría e investigación, por no hablar de todo el esfuerzo del ganadero.
En definitiva, la prevención de la anemia ferropénica con suplementos de hierro debe estar en la lista de todos los ganaderos porcinos.
Prevención y tratamiento de la anemia en lechones
A fin de prevenir la deficiencia de hierro en los lechones y evitar las grandes pérdidas que esta puede causar es necesaria su aporte suplementario durante los primeros 3 días de vida.
Como se ha señalado antes, los lechones nacen con niveles de hierro muy bajos (en torno a 50 mg), una reserva que a veces agotan en solo tres días.
Esta estadística debería preocupar a cualquier ganadero: teniendo en cuenta que casi el 40 % de los lechones nacen con una deficiencia de hierro latente o patente, en los sistemas modernos de producción porcina no hay más remedio que recurrir a los suplementos de hierro.
¿Suplementos orales o inyectables?
Los suplementos orales de hierro suelen ser menos eficaces para prevenir la anemia ferropénica. Si se opta por un producto oral, es preciso suministrar varias dosis durante las dos primeras semanas de vida, pues una no es suficiente. La vía oral tiene el inconveniente de que, cuando el hierro se suministra a través del pienso y el agua, la dosis es imprecisa y es posible que los cerdos que más lo necesitan sean los que menos obtengan. La inmadurez de la mucosa intestinal supone un factor importante, pues limita mucho la absorción del hierro oral durante los primeros días de vida.
En general, la forma más eficaz de suministrar el hierro es por vía inyectable. Si se administran conforme a las instrucciones, las inyecciones de hierro son seguras. Además, te dan la certeza de que tus lechones recibirán la dosis correcta. No obstante, no son pocos los ganaderos preocupados por las reacciones en el punto de inyección. Por ello, los veterinarios a menudo recomiendan esperar hasta el tercer día para la primera inyección, cuando las reservas de antioxidantes del lechón se han recuperado lo suficiente con la ingesta de calostro y leche. Consulta siempre a tu veterinario y sigue cuidadosamente las instrucciones del prospecto.
Desde el punto de vista del manejo, lo más inteligente es reducir al mínimo la manipulación. Una sola dosis de gleptoferrón, por ejemplo, previene eficazmente la deficiencia de hierro en lechones. Como ventaja adicional, algunos productos con gleptoferrón incorporan toltrazurilo, que es eficaz contra los coccidios, una de las principales causas de diarrea en los lechones lactantes. Con esta solución cómoda, puedes reducir los costes de la mano de obra, así como las pérdidas provocadas por la anemia y la coccidiosis.
El tratamiento de la deficiencia de hierro en lechones se basa fundamentalmente en la prevención. Es posible prevenir la anemia y el estado subanémico con algo tan sencillo y rentable como una suplementación. ¡Proporciona a tus lechones el mejor tratamiento!
