Claves para alcanzar una sanidad porcina estable en tu granja

25 abril 2023

En una granja porcina cohabitan múltiples agentes infecciosos con capacidad para infectar a los animales de forma repetitiva. Incluso en una granja porcina de mayor nivel sanitario (negativas a PRRS, Mhyo, App, sarna, rinitis, disentería, ileítis…) pueden ser positivas a agentes con alto potencial patógeno (Influenza, S.suis, G.parasuis, M.hyorhinis, Salmonella, E.coli, Rotavirus …). 

Es prácticamente imposible lograr una situación de ausencia de agentes infecciosos. Debemos aprender a convivir con ellos combinando 2 aspectos clave:

  • Rebajar la presión de infección
  • Lograr una inmunidad uniforme en la población

Se trata de tratar las enfermedades no solo a nivel individual, sino poblacional. Esta es la clave para alcanzar la estabilidad sanitaria.

 

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Sanidad porcina: Infección vs enfermedad clínica

A nivel individual, el primer concepto que hay que aclarar es que no es lo mismo infectarse que enfermar. 

Ejemplo: Un lechón se infecta de PRRS y, puede enfermar (tener síntomas clínicos e incluso morir) o su infección puede pasar totalmente desapercibida. La variabilidad dentro de individuos depende de varios factores:

  1. Su capacidad de respuesta inmune. Los animales que tienen el primer contacto con la enfermedad o que no tienen una correcta inmunidad maternal en el momento de la infección, manifestarán una clínica más grave.
  2. Presencia de otras enfermedades. Las enfermedades inmunosupresoras u otras patologías que comprometan al aparato respiratorio (ej: Influenza, PCV2 y todas las bacterias que afecten de forma secundaria) pueden agravar el cuadro clínico causado por PRRS.
  3. Las condiciones ambientales. El alojamiento en condiciones adversas (frío, humedad, falta de ventilación) empeora la enfermedad clínica.

Sanidad porcina estable en granjas: cuándo se logra y qué factores afectan

A nivel colectivo, la sanidad porcina estable frente a una enfermedad se logra cuando conseguimos tener una inmunidad uniforme en la mayor parte de los animales. Esto es fundamental en una granja porcina porque cohabitan muchos animales dentro de un espacio relativamente reducido. 

Cuando nos enfrentamos a un nuevo agente infeccioso, se consigue estabilizar la sanidad porcina:

  1. Después de que toda la población se haya infectado, recuperado de la enfermedad y generado defensas. 
  2. Con la ayuda de vacunas.
  3. Con una combinación de los 2 puntos anteriores.

Al entrar un nuevo agente infeccioso en una población sin inmunidad específica previa, primero tiene lugar un brote epidémico, es decir, se infecta una gran parte de la población. La presión de infección aumenta porque hay muchos animales infectados al mismo tiempo, lo que facilita que el número de infectados incremente rápidamente, sobre todo si el agente infeccioso tiene la capacidad de propagarse rápidamente. 

Pasado un tiempo puede llegarse a una fase endémica, es decir, la situación se va estabilizando conforme la población que ha tenido contacto con el agente infeccioso, ha muerto, o ha generado inmunidad tras la infección. El uso de vacunas ayuda a estabilizar. La presión de infección disminuye porque hay menos animales que se infectan, y lo que se infectan, manifiestan síntomas más leves

La sanidad porcina se va a mantener siempre y cuando el nivel inmunitario de la mayoría de la población se mantenga. Si se va perdiendo, hay riesgo de que vuelva a ocurrir un rebrote epidémico.

Esta evolución la hemos vivido recientemente con el COVID en la especie humana.

 

Factores que afectan a la estabilidad de la sanidad porcina

Alcanzar y mantener una sanidad porcina estable en una granja no es sencillo, depende de varios factores y hay muchos agentes infecciosos distintos a estabilizar. 

En determinadas situaciones, con enfermedades complejas, es posible que la estabilidad de la sanidad porcina frente a un determinado agente infeccioso no se alcance nunca, con lo que tendremos rebrotes cada cierto tiempo. Este es un caso habitual, por ejemplo, en una granja porcina positiva a PRRS.

La clave para llegar a la estabilidad de la sanidad porcina de la granja está en combinar mecanismos para bajar la presión de infección y para mejorar la inmunidad de grupo. 

Mecanismos que disminuyen la presión de infección

Mecanismos que ayudan a mejorar la inmunidad de grupo

Bioseguridad

Uniformidad del nivel inmunitario de la población

Tamaño de población y densidad

Adaptación de la reposición

Evitar mezclar diferentes edades

Encalostramiento de calidad 

Higiene

Planes vacunales

 

  1. Bioseguridad: es fundamental porque el primer punto para estabilizar una población es impedir que entren enfermedades nuevas de fuera.
  2. Tamaño de la población y densidad de animales: cuantos más animales y de más edades distintas estén alojados en el mismo espacio, más cuesta alcanzar la estabilidad de la granja. Por eso, el hecho de que la granja porcina tenga únicamente sito 1, tenga sitio 1 + 2, o sitio 1 + 2 + 3 va a afectar mucho a su capacidad de estabilización.
  3. Uniformidad del nivel inmunitario de la población: El objetivo es lograr una buena inmunidad de rebaño, es decir, que la mayor parte de la población esté bien inmunizada en todo momento. Lograrlo no es sencillo, porque las cerdas de reposición y los lechones representan un elevado porcentaje de la población que es susceptible a infectarse.
  4. Adaptación de la reposición: cada lote productivo incorpora alrededor de un 20% de cerditas de reposición que suponen un altísimo riesgo de desestabilización en caso de no estar bien adaptadas a todos los microorganismos con los que se encontrarán posteriormente.
  5. Manejos para evitar la mezcla de edades:  Aquellos manejos que tienen por objetivo no mezclar lechones de diferentes edades como el todo dentro-todo fuera, o manejo en bandas superior a una semana, ayudan a evitar la recirculación de microorganismos.
  6. Higiene: Este es un aspecto fundamental para reducir la presión de infección, sobre todo en el caso de enfermedades de tipo digestivo.
  7. Encalostramientos de elevada calidad de la mayoría de los lechones: Al tomar calostro, los lechones reciben la inmunidad maternal de forma que están más protegidos; pero solo se logrará si se han realizado los puntos previos correctamente y si el manejo de los lechones durante las primeras horas de vida es el adecuado.
  8. Planes vacunales: Las vacunas son herramientas imprescindibles para lograr la estabilidad de la sanidad porcina disminuyendo la presión de infección. No todas las vacunas tienen el mismo grado de protección frente a las distintas enfermedades. Algunas vacunas como la de Aujeszky evitan la infección, lo que se denomina inmunidad esterilizante, permitiendo incluso erradicar la enfermedad. Muchas otras vacunas no impiden la infección, pero pueden disminuir tanto la infección, como su transmisión y los síntomas clínicos, sin embargo, el agente infeccioso continúa presente en la granja

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