Servicio Técnico Porcino. CEVA Salud Animal
La diarrea neonatal es uno de los procesos clínicos más frecuentes en las granjas porcinas, ocasionando un aumento de la mortalidad, una menor ganancia media diaria (GMD) y una peor calidad del lechón al destete, lo que redunda en un incremento de los costes de producción por cerda (Sjolund et al., 2014).
La diarrea neonatal es un complejo multifactorial que afecta al lechón durante la primera semana de vida en el que juegan un papel fundamental: las condiciones ambientales, las pautas de manejo y los agentes patógenos.
Entre los agentes patógenos implicados en la diarrea neonatal podemos encontrar:
Uno de los patógenos más estudiados en los últimos años es Clostridium perfringens tipo A (CPA) que, aunque forma parte de la microbiota habitual del lechón (Petri et al., 2010), es capaz de causar diarrea durante los primeros días de vida (Gresham et al., 1997).
Todas las cepas de CPA sintetizan la toxina α, detectándose con elevada frecuencia cepas de esta bacteria que producen toxina β2 (Czanderlova et al., 2006).
Muchos trabajos sugieren la implicación de la toxina β2 en la patogenia de la enfermedad (Bueschel et al., 2003; Waters et al., 2003; Smedley et al., 2004; Fisher, 2006) y, en la actualidad, se investiga acerca de ello.
En el marco actual de reducción del uso de antimicrobianos, la revisión de los factores predisponentes y la vacunación frente a los agentes patógenos implicados en la diarrea neonatal cobra especial importancia de cara a su control.
En el diagnóstico de la diarrea neonatal, además de estudiar los puntos críticos asociados a las condiciones ambientales (higiene, ventilación, temperatura, etc.) y al manejo (encalostrado, adopciones y traspasos, etc.), se ha de conocer qué agentes patógenos aparecen asociados al cuadro clínico y, lo más importante, se debe identificar aquellos que son los responsables de las lesiones intestinales (Tabla 1).
De esta manera se podrá poner el foco en los factores predisponentes y en los agentes patógenos que están generando la diarrea.
Tabla 1. Cuadro lesional de los patógenos digestivos en lechones lactantes.
En el proceso de diagnóstico de los patógenos que están involucrados en la diarrea de los primeros días de vida es importante seguir los siguientes pasos:
Realizar una anamnesis minuciosa del cuadro clínico, recogiendo información acerca de:
Análisis microbiológico y molecular (PCR), tomando muestras de forma adecuada y representativa de la diarrea:
Necropsia y estudio histopatológico de lesiones de intestino delgado y grueso. Dada la ubicuidad de la mayoría de los agentes patógenos asociados a la diarrea neonatal, además de determinar los microrganismos presentes y sus factores de virulencia, es conveniente conocer las lesiones que se hallan a nivel intestinal, para así correlacionarlas con los patógenos detectados en el análisis molecular.
Mediante el sacrificio humanitario de uno de los lechones de cada una de las camadas muestreadas, que sea significativo del proceso clínico, y al que previamente se le ha tomado un hisopo digestivo, se recogerán muestras de diferentes tramos de intestino delgado e intestino grueso y se conservarán, en el mismo momento en el que toman, en formol para su estudio histopatológico.
Los pilares del control de la diarrea neonatal están basados en la corrección de las deficiencias en el manejo y de las condiciones ambientales, así como en la protección frente a los agentes patógenos implicados en el cuadro clínico.
La protección de los lechones frente a la diarrea neonatal se realiza, principalmente, mediante vacunación de las reproductoras antes del parto para, vía calostro, inmunizar de manera pasiva a sus camadas.
Actualmente, se dispone de una vacuna comercial que protege frente a los principales patógenos causantes de la diarrea neonatal, incluyendo la protección frente a las toxinas α y β2 del C. perfringens tipo A, cuya importancia se ha señalado anteriormente.
Recientemente, se han publicado estudios de tres granjas (Gómez, et al. 2023, Garza, et al. 2023, Blasco, et al. 2023) en los que se detectaron las toxinas α y β2 de C. perfringens tipo A en las muestras de diarrea de los lechones (Imágenes 1 y 2) y en los que se compararon los resultados de la vacuna habitual frente a la diarrea neonatal con los obtenidos tras la vacunación de las cerdas con una vacuna que incluye los toxoides α y β2 de C. perfringens tipo A (Enteroporc Coli AC®, Ceva).
Imagen 1. Camada afectada por Diarrea Neonatal. Imagen 2. Lechón con diarrea compatible con C. perfringens tipo A.
Los parámetros valorados, dependiendo del estudio, fueron:
Tal y como se muestra en la Tabla 2, existen diferencias estadísticamente significativas a favor del grupo Enteroporc Coli AC en todos los parámetros analizados en los tres estudios, salvo en el número de lechones destetados del estudio 2 y el coste de tratamiento de la diarrea en el estudio 3 en los que la diferencia es numérica.
Tabla 2. Resultados de parámetros productivo-económicos de ambos grupos de tratamiento1,2,3.
Diferentes letras en superíndice indican diferencias estadísticamente significativas (p<0,05) entre grupos.
Los primeros días son determinantes en la vida del lechón, teniendo la diarrea neonatal un elevado impacto productivo y económico en las granjas porcinas. Por ello, es muy importante implementar medidas exhaustivas de control de los factores predisponentes y lograr la protección frente los patógenos determinantes en el cuadro clínico.
Actualmente, la inmunización pasiva de los lechones los protege de forma segura la mayor parte de patógenos implicados en la diarrea neonatal, incluyendo el C. perfringens tipo A (toxinas α y β2).
Publicado en porcinews.